11 de diciembre de 2014

Recomendaciones

Una recomendación  sobre cómo ayudarles a algo esencial en esta etapa, a tolerar la frustración para así ser más autónomos y seguros de sí mismos.


             ENSEÑANDO A TOLERAR FRUSTRACIONES                                                    DESDE NIÑOS:

¿Que es la tolerancia a la frustración?

Muchos padres buscamos complacer en todo a nuestros hijos. Decimos frases como “Es mi hijo y si puedo se lo doy”, “No me gusta verlo asi, y mejor se lo doy”, “Prefiero quedarme sin… pero que el este feliz” y una lista interminable de cosas que hacemos por complacer a nuestros hijos. No esta mal buscar lo mejor para nuestros hijos, el problema es buscar a toda costa evitar que ellos se sientan un poquito “mal” por no obtener lo que quieren.
Los niños en general buscan obtener lo que quieren y si no sucede así en algunos casos pueden reaccionar de formas que no son aceptables incluso para un niño. ¿Esto por que ocurre? Si los niños van entendiendo que tal o cual emoción les ayuda a obtener lo que desean lo seguirán haciendo, total, si las figuras que mas respeto siguen dándome lo que pido, pues el resto del mundo debería actuar igual.
El problema aquí es que el mundo no reacciona así con ellos conforme van creciendo (tal vez mientras sean pequeños habrá una que otra persona que diga, “déjalo, es pequeńo”, “hay mira no pasa nada” pero conforme van creciendo esta simpatía se va perdiendo y tienden a verse mas como pequeños dictadores en lugar de los niños que deberían ser.
¿Que pasa con un niño que crece sin esta tolerancia a la frustración? son adultos que vemos que ante cualquier problema se derrumban, a la primera diferencia de opiniones se sienten atacados, o los vemos como aquellas personas donde el tener un jefe o figura de autoridad los hace cambiar de trabajo constantemente (un jefe muchas veces da una que otra dosis de frustración al día)......
¿como ayudar a nuestros hijos a subir el umbral de la tolerancia a la frustración?
Aquí hay algunas formas:
1. Enséñale a identificar esos momentos cuando aparezcan: “¿te has dado cuenta que cuando pierdes jugando.....?”.
. Indícalo al niño cuándo debe pedir ayuda y buscar sus propias soluciones. Muchos padres con tal de no ver a su hijo llorar, o enfadarse aunque sea en un juego, terminan por resolverlo por ellos o incluso pierden en dicha actividad para hacerlos sentir que ganaron. Mientras algunos niños son reacios a pedir ayuda, otros la piden de inmediato. Debemos enseñar al niño a encontrar la solución primero. Se le dirá: “pruébate otra vez para mí”. Cuando el niño no sepa ya que más hacer, hay que decirle que pida ayuda. Cuando nos demos cuenta que el niño se está frustrando con alguna tarea, intervenga para enseñarle a evitar la frustración: “¿qué podrías hacer en lugar de enfadarte o abandonarlo?”.

2. Representación de papeles. Juegue a la frustración con tu hijo, interpreta una pequeña obra de teatro donde hay algo que los frustra, en una reaccionan mal y en otra opción buscan como resolverla.


3. Reforzar las acciones apropiadas por parte del niño. Elógialo por haber retrasado su respuesta habitual de ira ante la frustración, y también cuando utilice una estrategia apropiada. Establece un sistema de recompensas para reforzar esa aptitud de madurez.
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4. Predique con el ejemplo. Si  pasas por una situación real frustrante enséñale a tu hijo qué es y cómo la abordas.


              SOMOS UN GRAN EJEMPLO Y ESPEJO PARA  NUESTROS HIJOS.

Inteligencia emocional


                              Os recomiendo ver este vídeo con vuestros pequeños  y hablar con ellos sobre las                                        diferentes emociones que en él aparecen.








Hemos trabajado en clase esta historia contada con mucha ternura.
Tras verla, hemos hablado sobre ella y aprendido que es mucho mejor compartir, ser amable y preocuparnos por los sentimientos de los demás.
Ya tenemos en nuestras ventanas, nuestros propios peces para siempre recordarlo :-)